Roble alejado de lo que habitualmente se encuentra, con 8 meses de crianza en barrica de roble francés y americano.
¡¡¡Por fin podemos traer este vino a Lama La Uva!!! Adoramos este vino por su magnífica relación calidad-precio, además no es un roble joven al tener 9 meses de crianza en barrica. Esto hace que sea más cercano a un crianza que a un roble, dotándole de cuerpo e intensidad sin perder la carga de fruta.
Con estética clásica y un espíritu de Rock&Roll.
¿Qué vemos en la copa? Vino con una intensidad medida alta, de color rojo cereza con ligeros matices granates, limpio y brillante.
¿A qué nos huele? Aromas a frutillas de bosque rojas y negras, aromas especiados de media crianza con recuerdos a toffe, canela y vainilla. La guinda la ponen esos fugaces aromas florales de flores blancas y azules.
¿Y en boca? La entrada es agradecida, limpia y muy elegante. Buen equilibrio. Aparecen fresas, moras, frambuesas y notas de caramelitos de toffe y nata.
Este vino puede acompañarnos durante toda la comida. Un plato de pasta con salsa arrabiata o una crema de zanahoria y calabaza son dos primeros que combinan muy bien con este tipo de vinos.
Por su cuerpo y aroma, este vino brilla si se sirve junto a un solomillo. La carne roja –ya sea a la plancha, estofada o asada– marida a la perfección.